Comentario de Blanqui: El último día de la excursión pernoctamos con nocturnidad y alevosía en un local de Fernando Castañón, quien dio muestras de una amabilidad y generosidad sin límites para alojar a toda esta tropa de irresponsables, incluso jugándose problemas familiares. Teníamos la intención de ir hasta León en bicicleta para desde allí viajar en tren hasta Salamanca (aún circulaba la vía de La Plata). Un brusco cambio de tiempo dio al traste con nuestros planes, lo que sumado a un interminable rosario de pinchazos míos ya que estrenaba la bici (con ruedas artesanas que yo me había montado con radios mayores de la medida correcta) ¿os lo imagináis). Paco, cuya bici aparece en la foto, hizo gala de una paciencia admirable, teniendo en cuenta que en el primer pinchazo en la catedral de Oviedo le perdi su preciosa caja de herramientas "Mafac", y que cada pocos kilómetros tenía que parar para que yo arreglara algún pinchazo. No puedo comprender como me aguantó aquel día. Poco a poco nos descolgamos del grupo, todo por la carretera nacional que por aquellos años aún no estaba desdoblada. Subiendo Pajares la lluvia comenzó a transformarse en nieve, ya no teníamos noticias del grupo y algún rezagado fue a coger el tren en Mieres o por ahi. ¿Os imágináis cómo termina la historia?