Ultimas rampas del Veleta
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(Fuente: Escaneada de diapositiva cedida por Blanqui)
Comentario de Blanqui: Después de volver al camping de Granada el viernes,
el sábado 2 de Octubre por la noche cogíamos el tren de vuelta a casa, pero antes teníamos una cita con el destino: la ascensión al Veleta 3398 m.
La preparación fue inolvidable. La tarde anterior habíamos ido a comprar el desayuno,
alecionados por Paco y con el miedo en el cuerpo nos gastamos una media de 500 pesetas de las de entonces, cada uno, en viandas, que entonces daba para mucho:
leche, zumo, bacon, queso, galletas, cereales, membrillo, mermelada...
Nos levantamos a las 5 a.m. para comenzar a comer, recuerdo imborrable, aún de noche en el camping, engullendo sin hambre,
botellas abiertas, zumos por todas partes, paquetes de galletas abiertos, a la media hora nadie podía meter nada en el estómago,
el que no iba al servicio a vómitar andaba salivando aguantando como fuese el atracón en el estómago.
Y a las 8.30 a.m. con unas ganas horribles de vomitar comenzamos la ascensión de los casi 50 km. de subida,
al principio en grupo pero después en grupos más pequeños y al final en parejas.
La primera parte hasta El Parador y la estación de esquí Sol y Nieve a unos 2500 m, fue llevadero, cada 200 m de subida aparecía un cartel indicador.
Hasta allí hicimos juntos la subida Benito, Javier Álava, Jose Antonio y yo.
En el Parador hicimos una parada, Benito iba mal del estómago y paramos a tomar una limonada.
A partir de allí ya ibamos cada uno a nuestro ritmo, hasta la cima eran más de 10 km, muy duros, se notaba la altura.
Entonces ni se conocian los triples platos, y teniamos que rompernos las piernas con un 42-28.
El bueno de Alejandro con el coche subía y bajaba ofreciéndonos comida y ropa, puesto que hacia frío.
Recuerdo la sensación de no poder más y ver la carreterita con el reflejo de los coches subiendo y bajando como única referencia.
Al final lo conseguimos, la foto es de las últimas rampas.
Paco Santos